Hotel du Palais, una noche en Palacio

Llegar a Biarritz y cruzar la majestuosa verja
para entrar en el Hotel du Palais
una tarde de verano
es como teletransportarte al lujo y esplendor de 1854.

Deseas que Napoleón III,
quién mando construir este Palacio para su esposa
la guapísima emperatriz española Eugenia de Montijo,
salga a abrir el baile en la pool party de la noche.

Foto Hotel du Palais

Pero empecemos por el principio..
el día que recibimos la invitación de
Carol y Lucie Mourcely dos sisters en la France,
responsables de la comunicación del Hotel du Palais,
para asistir a la POOL PARTY
que se organizaba para recibir el verano, creímos enloquecer 🙂

¿Se puede empezar mejor el verano?
ah y encima con 28 grados y el cielo azul

Nos alojaron en dos maravillosas suites,
con vestidores más grandes que nuestras casas y balcones con vistas al mar.
El rumor del Atlántico de banda sonora
y surfistas cabalgando olas perfectas.

Fresas y flores junto a nuestras notas de bienvenida

Bajamos a picar algo al restaurante de la piscina
sobre la Grand Plage : L´Hippocampe

La piscina de agua salada,
tiene cabañas privadas que se pueden alquilar
para pasar una maravillosa jornada al aire libre

Tras la comida decidimos visitar el Imperial SPA
enfundadas en nuestro albornoces
El Spa es un auténtico remanso de paz,
dedicado al descanso y desconecte universal.

Un Spa de 3.000 metros cuadrados
considerado uno de los mejores del mundo.

Foto Hotel du Palais

Tratamientos a la carta
con productos exclusivos de Leonor Greyl
y Guerlain, una de las favoritas de la emperatriz Eugenia
Era tanta la adoración de Eugenia por Guerlain!
que crearon un perfume especial para ella!

Nos cuentan que Monica Bellucci
decidió cerrar para ella este maravilloso remanso de agua y paz,
la ultima vez que estuvo alojada.

Foto Hotel du Palais

Cuando llegamos tenemos
la suerte de que no hay nadie!!
Así que tomamos las aguas a lo Bellucci

Cuesta salir del SPA
porque además dispone de una zona de solarium la mar de mona 🙂

Foto Hotel du Palais

Pero nos esperan en la piscinita
con música en directo, champán y miles de pintxitos deliciosos

La Pool party nos parece una pasada,
y cuando termina vamos a dar un paseo por Biarritz.
Sobre las 23:00 cae el telón.

Despertar con estas vistas,
y el sonido del mar no tiene precio

bajamos a desayunar
atravesando maravillosos salones

Miles de variedades de quesos franceses, croissants, bizcochos..
Un peligro para la sociedad 🙂

Después de unos 500 baños decidimos abandonar el Hotel,
deseando volver

Un auténtico placer,
conocer este hotel que ha sabido conservar todo el encanto y prestigio
en sus 132 habitaciones y 22 suites, clasificadas en Reales e Imperiales.