CARNAVAL DE ALSASUA

Declarada Fiesta de interés turístico de Navarra, el carnaval rural de Altsasu/Alsasua comienza a tomar forma el domingo de piñata con el carnaval infantil, pero el martes al anochecer los adultos y los Momotxorros, personajes que parecen arrancados de un ritual prehistórico, salen a las calles de la localidad.

Portando cuernos y escondiendo sus caras bajo pañuelos de tela, aparecen ataviados con una sábana blanca manchada de sangre, espalderos de lana de oveja, pantalones azules, calcetines blancos y abarcas negras. Recorren la villa bramando con fuerza y empuñan su sarde de madera provocando y asustando a todo el que se ponga por delante.

Después de perderse la tradición en los años 30, reapareció en los 80 enriquecido con nuevos acompañantes: las Brujas, que van seguidas por el macho cabrío como si de un akelarre se tratara, y las Mascaritas, personaje que ya existía en la antigüedad, que coloca sobre su cabeza una colcha brillante y adamascada, atada con una cuerda y un pompón.

Se celebra el martes anterior al miércoles de ceniza tiene lugar el carnaval rural y el sábado siguiente al miércoles de ceniza se celebra el carnaval de piñata.

CARNAVAL DE ITUREN Y ZUBIETA. NAVARRA

Estos dos pueblos vecinos de la comarca de Malerreka, al sur del Bidasoa, se anticipan a las fechas oficiales y celebran su singular carnaval la última semana de enero. El acto central lo componen sendos desfiles de los Zanpantzar, por las calles de Ituren el lunes, y por las de Zubieta el martes.

Los Joaldunak (los que hacen sonar los cencerros) , comparsa en las que participan los vecinos de ambos pueblos, recorren las calles ataviados con abarcas, enaguas de puntillas, pellizas de oveja por cintura y hombros, pañuelos de colores al cuello, ttuntturroa (gorros cónicos con cintas), y un hisopo de crines de caballo en su mano derecha. Los Mozorroak son otros personajes que acompañan a los Joaldunak en su recorrido.

Te resultará sin duda sobrecogedor, el acompasado estrépito de los grandes cencerros que los componentes del cortejo llevan sujetos a sus riñones y que baten al unísono con el juego rítmico de sus caderas.